Ayer el presidente Adrián Barbón, quitándose culpas de encima ha dicho que el fuego: “es un auténtico atentado terrorista, son actuaciones coordinadas”. Las «acciones coordinadas» son aquellas acciones que se llevan a cabo en conjunto y de manera planificada para lograr un objetivo común. Por lo general, se requiere de una estrategia previa que permita a los participantes conocer su papel en la coordinación de esfuerzos, y así, poder trabajar de forma conjunta y complementaria. En el monte esas acciones coordinadas para incendiarlo intencionadamente deberían planificarse. Esos ataques de un grupo de personas, supuestos “terroristas”que trabajan en equipo para alcanzar un objetivo, el terror del fuego. Donde todo ese grupo violento del fuego colabora perfectamente en la ejecución de las quemas repartiéndose el territorio y las mechas para ejecutar sus fines maléficos.
Pretenden eximir sus culpas en base al guión de unos supuestos movimientos terroristas distribuidos por la geografía asturiana que han planificado quemarla; nada más lejos de la realidad. Somos gilipollas pero no tanto, y sabemos que para que haya fuego, previamente hay que preparar la hoguera. Y la leña la han preparado quienes ahora pretender exculparse bajo la alineación de un movimiento terrorista que han aterrizado en Asturias para darle fuego. Y lo peor de todo, hay miles de asturianos que se creen ese relato de ciencia ficción como quien ve una película catastrofista de serie B americana desde el sofá de su casa. Según Jean-Luc Godard, lo único que se necesita para hacer una película es una mujer y una pistola. Pues para Barbón es un hombre (o mujer) con un mechero.
Adrián Barbón contando a la TPA un cuento de bandidos y terroristas
Cuando un país carece absolutamente de una política forestal, cuando se tiene abandonado a su suerte el 75% del territorio rural. Donde no se limpian ni tan siquiera las cunetas de las carreteras, ni se hace ninguna política preventiva (cortafuegos, repoblaciones con árboles autóctonos, limpieza y conservación de los montes …). Puede ocurrir lo que ha pasado a la espera de que llueva y si no lo hace, con la sequía pertinaz más el fuerte viento del sur, puede arder toda Asturias por la ausencia de una política forestal que evite que con unas condiciones climatológicas tan favorables sea pasto del fuego. Y no hay más cera que la arde. Hasta que queme todo, hasta las casas y los hórreos, como ya ha pasado en el Valledor (Allande).
Según el colectivo de Agentes del Medio Rural: “Ni existen vigilancias programadas, más allá de las de apoyo a la extinción (en horario de 10 a 17 horas), ni están activados los 250 Agentes del Medio Natural, ni se persiguen a los delincuentes (5 de las 8 plazas de la BRIPA están vacantes)”. Con esas blindas que se puede esperar, asi tuvieron que sacar los ganaderos de Tineo sus cubas para sofocar el fuego: «El trajín de tractores fue continuo, incesante. Ganaderos de la comarca con cubas de riego, cargadas con 5.000, 8.000 y hasta 15.000 litros de agua, se convirtieron ayer en los principales aliados de Navelgas y todos los pueblos del entorno, asediados por el fuego»
Los ganaderos de Tineo/Tinéu y Valdés sofocando el fuego con sus cubas
Asturias tiene un presupuesto anual de 6.000 millones. ¿Cuánta de ese lluvia de millones se dedican a políticas de conservación y ordenación del territorio? Asturias es más que la “Y” que une las tres ciudades más pobladas de Asturias. El 50% del territorio de Asturias, el Occidente de Asturias, está totalmente marginado, aislado y abandonado a su suerte, salvo para robarle y desmovilizar a su sociedad civil ahora caciqueada por dos exalcaldes filosocialistas. Y claro, el Occidente es donde más se ha cebado el fuego porque una tribu de incompetentes ha decidido que con una población de apenas 70.000 habitantes, lo más rentable políticamente es dejarlos como la selva. Y con un mechero desde Tineo se puede hacer calcinar hasta Valdes a orillas del mar Cantábrico. Es una operación muy sencilla cuando hace décadas que no existe una política forestal, ganadera ni tan siquiera de carreteras. ¡ Nada es nada ! Ese territorio es propicio para el pasto de las llamas con un suelo seco, una vegetación frondosa y un viento favorable. Y dirán, eso es mentira son los terroristas, pues mírense el ombligo y verán a los colaboradores necesarios de tanto infortunio. Un primer ejemplo ilustrativo, el Parque Natural de Fuentes del Narcea lleva, nada más y nada menos, desde su creación en el año 2002, la friolera cifra de veinte años (20 años) sin un plan de uso y gestión. Eso sí es terrorismo coordinado por un número infinito de incompetentes. ¿Tienen que esperar otros veinte años (20 años) para que se vea un solo beneficio a sus pobladores, al fin y al cabo, sus cuidadores? Claro, además de no dejarles coger una rama y prohibirles en suelo privado cualquier actividad que no sea contemplar sus árboles. El único logro que han conseguido es tener unas carreteras llenas de baches, una telecomunicaciones inexistentes (cobertura, wifi o fibra) y donde conseguir una licencia para cualquier actividad es tarea heroica. ¿Es esa una política conservacionista o para fijar población? Pues no, es una política de inanición para expulsar a los últimos pobladores o que se mueran por falta de oportunidades. Perfectamente aislados, sin infraestructuras y donde sus ganaderías y sus pastos son devoradas por la vegetación o por animales salvajes. Y quien no se lo crea que coja el coche y recorra la Asturias occidental. Cuando retorne, lo más probable es que tenga que dar un repaso a sus amortiguadores.
Otro ejemplo más, no solo es absoluto el abandono del territorio de los parques naturales del Suroccidente (Fuentes del Narcea, Muniellos y Somiedo) sino la zona más noroccidental una nueva especie de eucalipto se avecina. El borrador del Plan de Ordenación de los Recursos Forestales de Asturias (2022-2036) recoge como principal novedad la introducción en Asturias del eucalipto brillante («Eucalyptus nitens»), una especie llamada a sustituir buena parte de las plantaciones del eucalipto común («Eucalyptus globulus”). En algunos países donde se ha introducido esta invasora, de crecimiento vertiginoso, desplaza las especies nativas y reduce la biodiversidad. Los eucaliptales son monocultivos de crecimiento rápido, tienen gran facilidad para arder por la hojarasca que acumulan y la presencia de aceites inflamables que aumentan la carga de combustible. Eso sí es terrorismo medioambiental. Y un útimo ejemplo más, la invasión de parques eólicos sin ton ni son ni ordenación o la reciente aprobación del POEM (Plan de Ordenación del Espacio Marítimo) que acabará con los caladeros y la plataforma continental del mar Cantábrico. Así que Adrián Barbón cuando hablé de terrorismo mírese usted al espejo, también a sus colaboradores, y no nos cuenten películas que solo se las creen su multitud de palmeros e incondicionales. Ustedes están gobernando para las élites extractivas de eléctricas, papeleras y también políticas, no para la gente del campo. Por cierto ni los de los eólicos ni los de la papelera ni los políticos han estado apagando los fuegos, los ganaderos sí. Los «terroristas» no son ellos, es la incompetencia. la desidia, la apatia y el abandono que ha convertido al Occidente de Asturias en una hoguera lista para encender por cualquier desaprensivo. Pero no echen culpas a otros, a una entelequia inexistente, al sursuncorda, y mirense ustedes mismos. ¡ Basta ya !